El currículo bimodal: Un buen uso de las TIC en educación.

Desde hace ya tiempo, con la irrupción de internet en nuestras vidas, se ha producido un importante cambio en la cultura de nuestra sociedad, se ha dado paso a una cultura directamente relacionada con las tecnologías de la información, que ha contribuido a denominar la sociedad del siglo XXI como la sociedad del conocimiento o sociedad de la información. En esta nueva cultura el acceso a internet forma parte de nuestro día a día (ordenadores, smartphones, tablets, etc.) y supone una expansión de nuestras posibilidades de comunicación y de acceso a la información.

En este contexto la Educación, como proceso de desarrollo integral del alumno y de transmisión de la cultura social, ha de adaptarse a una nueva cultura que exige al individuo una serie de competencias relacionadas con el acceso a la información y su tratamiento (saber buscar información, dónde buscarla, cómo discriminar entre información relevante y la que no lo es, cómo tratarla, etc.). Por tanto, deben plantearse, desde el sistema educativo, nuevas metas, herramientas y metodología que permitan responder a estas exigencias, hablamos pues de las TIC en la educación.

Es aquí donde cobra sentido una nueva propuesta metodológica denominada currículo bimodal. Adoptar el currículo bimodal significa, en palabras del profesor Pere Marqués (profesor del Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, director del Grupo de Investigación “Didáctica y Multimedia” y vicepresidente de la Sociedad Catalana de Pedagogía), considerar que, una vez adquiridos y superados los aprendizajes instrumentales básicos (lectura, escritura y cálculo), la mayoría de las actividades de aprendizaje que llevarán a cabo los alumnos serán de dos tipos, o bien “memorísticas” o bien “de hacer o aplicar”, entendiendo “hacer o aplicar” como hacer con el apoyo de lo que se denomina memoria auxiliar (concepto referente a la información inmediatamente disponible a través de apuntes, libros o internet).

En términos generales, el currículo bimodal consiste, por un lado, en trabajar y “memorizar” de forma sistemática y a través de actividades variadas (entre ellas actividades en las que se emplean las TIC, como por ejemplo la pizarra digital) aquellos conceptos que son imprescindibles para pensar, para comunicarnos, entender lo que se lee, para buscar información en la red, etc., de forma que sean interiorizados y utilizados en actividades de aplicación. Por otro lado, la segunda premisa del currículo bimodal supone que en la resolución de tales tareas de aplicación, el alumno siempre podrá realizarlas disponiendo del apoyo de su memoria auxiliar (apuntes, libros o internet). Este planteamiento hace necesario responder al carácter cambiante de la información, es decir, de nada nos sirve que el alumno memorice más información de la que realmente es imprescindible, información de más que mañana puede quedar obsoleta, sino que lo que nos interesa es desarrollar en el las competencias que le permitan conocer las fuentes de información que están a su alcance y como conectar unas con otras (información de clase, de libros, de la red) para disponer de la información más actual. Por tanto, no solo se trata de acceder a la información, sino de saber tratarla. Hablamos pues de la necesidad de desarrollar competencias que conviertan al alumno en un usuario de la información y de internet, crítico y reflexivo, apostando así por un aprendizaje significativo y funcional.

Otra cuestión clave sobre la que nos interesa reflexionar, es la relación que ha de establecerse entre currículo bimodal y la organización y gestión de centros educativos. ¿Qué cabida tiene en el actual sistema educativo? ¿Es compatible con el currículo actual? ¿Qué medidas organizativas se hacen necesarias para llevar a cabo esta metodología?

A continuación, os dejamos con un vídeo en el que el propio Pere Marqués, profundiza sobre esta propuesta del currículo bimodal. ¿Qué opinas? Déjanos conocer tu opinión acerca de este tema en los comentarios.